
Culiacán, Sinaloa. — La ciudad de Culiacán volvió a ser escenario de una escalada de violencia este Domingo, cuando al menos seis viviendas en diferentes puntos de la localidad fueron atacadas a balazos en plena luz del día. Los hechos, que han encendido las alarmas entre la población, parecen estar relacionados con las disputas internas dentro del Cártel de Sinaloa, uno de los grupos delictivos más poderosos del país.

Según reportes preliminares, los ataques se registraron en colonias Aurora, Stanza Torralba, ALtezza, Montebello y Cañadas, donde habitantes reportaron ráfagas de disparos que impactaron contra fachadas y ventanas de casas deshabitadas. Afortunadamente, no se han reportado personas lesionadas, pero el clima de terror entre los culiacanenses es palpable. Vecinos de las zonas afectadas expresaron su temor ante la posibilidad de que estos hechos se repitan, ya que la violencia parece no tener freno.
A pesar de los constantes recorridos de las fuerzas policiacas y militares en la ciudad, los ataques ocurrieron sin que las autoridades lograran prevenir o detener a los agresores. Este hecho ha dejado en evidencia la incapacidad de las instituciones para contener la violencia, lo que ha generado un sentimiento de desprotección entre la ciudadanía. «Es como si los delincuentes no tuvieran miedo, como si supieran que pueden hacer lo que quieran sin consecuencias», comentó un vecino de la colonia Aurora, quien prefirió mantener su identidad en reserva.

Analistas y expertos en seguridad han señalado que esta ola de violencia podría ser resultado de las pugnas internas dentro del Cártel de Sinaloa, por la traición y entrega del Mayo Zambada a Estados Unidos. Estos enfrentamientos, que antes se limitaban a zonas rurales o áreas periféricas, ahora se han trasladado a la mancha urbana, poniendo en riesgo a la población civil.
Además, la impunidad con la que actúan los grupos criminales ha levantado sospechas sobre la posible infiltración de funcionarios corruptos dentro de las instituciones de seguridad. «Es evidente que hay una falta de control. Los delincuentes actúan con total impunidad, lo que nos hace pensar que hay complicidades o, en el mejor de los casos, una incapacidad operativa de las fuerzas policiales», señaló un analista local.
Las autoridades estatales y federales han emitido comunicados en los que aseguran que se están reforzando los operativos de seguridad y que se investigarán los hechos para dar con los responsables. Sin embargo, para muchos culiacanenses, estas promesas suenan vacías ante la recurrencia de los actos violentos. «Ya no sabemos a quién acudir. Las autoridades no nos protegen, y los criminales hacen lo que quieren», lamentó una madre de familia residente en la colonia Altezza.
Mientras tanto, la ciudad de Culiacán sigue sumida en un clima de incertidumbre y miedo, con la sensación de que las autoridades han sido rebasadas por la delincuencia organizada. La pregunta que muchos se hacen es cuánto más tendrán que soportar antes de que se tomen medidas contundentes para recuperar la paz y la seguridad en la entidad.