Es inhumano que una empresa que sí haya obtenido utilidades, no las reparta entre sus trabajadores, señaló José Ángel Rivera Soto, presidente en turno del Colectivo de Organizaciones y Empresarios (CORE33).
En la reunión quincenal de este colectivo, el también presidente de la Asociación de Colegios Profesionistas del Estado de Sinaloa precisó que justo el 31 de mayo fue el último día para que se repartieran utilidades.
Aseguró que generalmente hay una alta responsabilidad de los empresarios en cumplir con esta derecho que tienen los trabajadores.
Pero, aclaró, en este caso se habla de los empresarios formales, de quienes se preocupan por cumplir con lo que establecen las leyes en materia de impuestos y prestaciones laborales.
Precisó que estos empresarios son quienes cotizan ante el IMSS e Infonavit, que pagan Impuesto Sobre Nómina e Impuesto Sobre la Renta y además declaran IVA.
Si a ello se agrega, expresó Rivera Soto, que las empresas tienen que pagar créditos solicitados para poder enfrentar la pandémica del COVID19, que hay que cambiar o reparar la maquinaria desgastada, hacer mejoras materiales en sus instalaciones y otras acciones que implican gastos, entonces las utilidades se reducen.
Sin embargo, afirmó es inmoral e injusto que una empresa que sí haya obtenido utilidades, no las reparta entre sus trabajadores tal como lo establece la ley, pues nadie puede obtener ganancias si no tiene un equipo de trabajadores a su alrededor.